Patología del pie
El juanete se refiere al bunión o prominencia que aparece a nivel de la porción interna de la cabeza del primer metatarsiano. La denominación médica es hallux valgus, y viene del latín: hallux es el nombre del primer dedo o dedo gordo del pie y valgus se refiere a que está desviado hacia afuera de la línea media del cuerpo en un ángulo mayor a los 15 grados.El hallux valgus es causado por una biomecánica inadecuada del pie durante la marcha o el movimiento, motivo al cual se le pueden añadir otros factores como calzado inadecuado, antecedentes geneticos musculares del paciente, los cuales pueden dar lugar a que se produzca un juanete, tacón excesivo en el calzado, actividades deportivas concretas que hacen que el primer dedo, en este caso sea el perjudicado, o tener un segundo dedo más largo que el primero, entre otras causas.
¿Cuales son los tratamientos habituales del Hallux Valgus?
En primer lugar recomendamos conocer la causa biomecánica por la que se produce la afección del primer dedo. Es importante realizar un estudio biomecanico o de la pisada, para comprobar las carencias musculares del pie afectado.
Se pueden llevar a cabo determinadas medidas para prevenir esta patología, incluso si ya se tiene “juanete”, medidas para hacer que la patología no vaya a más, o incluso eliminar o prevenir el dolor.
Existen prótesis de silicona que se hacen a medida, entre el primer y segundo dedo, para evitar que el primer dedo se siga desviando. En cualquier caso, a veces esta terapia no es acertada, ya que si se coloca esta prótesis previo a realizar un estudio de la pisada y colocar una plantilla que realice una adecuada biomecanica del pie, estariamos añadiendo una sobrecarga más al pie, perjudicando enormemente al resto de los dedos.
Sin embargo este tipo de prótesis suelen ser muy acertadas cuando se usan tras realizar un tratamiento quirúrgico de hallux valgus, ayudando al dedo a manternerse en la posición deseada, tanto en estática como en dinámica, siempre y cuando se haya corregido previamente la biomecanica del pie y el primer dedo sea lo suficientemente flexible.
Respecto a las prótesis o corregidores nocturnos, no son de mucha ayuda, y sí que producen dolor, según refieren algunos pacientes que pasan por la consulta.
Hoy en día las plantillas son más comodas y finas de lo que muchos pacientes piensan, y realmente previo a una cirugía son el tratamiento más eficaz, tanto para prevenir, como para hacer que esta patología no vaya a más. Y en muchos casos evitar la inflamación y el dolor.
La plantilla biomecánica, logra en muchos casos, controlar la causa que produce el hallux valgus y es totalmente necesaria para el tratamiento post-quirurgico.
El tratamiento fisioterapeutico complementario a una adecuada biomecánica, ayuda a prevenir esta afección, a disminuir la inflamación si existe y a dar movilidad al dedo antes y después de un tratamiento quirurgico si llega a ser necesario, para lo que es importantísimo.
A veces con estas medidas, prevenimos por completo el tratamiento quirúrgico. Pero si fuese necesario, os informamos a continuación.
¿En qué consiste la operación mediante Osteotomía de Hallux Valgus o juanetes?
La técnica más utilizada hoy en día y menos invasiva, pero que no la hacen todos los profesionales, para la operación de hallux valgus, es la de mínima incisión o cirugía percutánea. ( Esta técnica suele ser conocida o nombrada por algunos profesionales o pacientes como “cirugía del juanete con laser”). Consiste en la alineación del metatarsiano mediante una osteotomía, la cual consiste en cortar parte del hueso que provoca el abultamiento liberando las partes blandas que sufren debido a la deformidad. Se trata de una operación que no requiere de ingreso hospitalario, y pocas horas de reposo.
Aunque es importante que el paciente también conozca, que a veces no es suficiente con esto y la intervención requiere la ampliación de la cirugía, ya que aunque el primer dedo sea el afectado, no es esta la causa de la patología y hay que intervenir tanto otras zonas del pie, como otros dedos del pie para eliminar tanto el H.V (Hallux Valgus), como la causa que lo está produciendo.
Existen otros tipos de cirugía de H.V sobre las cuales el profesional que realiza la intervención debe estar formado, ya que si por cualquier motivo hubiese que realizar la intervención mediante cirugía abierta, el cirujano debe estar preparado.
Inflamación muscular de la fascia a nivel plantar del pie. Generalmente la localización del dolor se siente a la presión plantar, durante la marcha o durante posiciones adquiridas del paciente en su día a día.Es una patología muy común en consulta, cada vez más.
Puede depender de la biomecánica del pie en muchos de los casos, pero también del peso, condiciones físicas del paciente o horas de pie de forma estática.
Puede ocasionarse después de movimientos de repetición en actividades deportivas leves, moderadas o severas. También según el calzado utilizado, cada vez considerada una lesión más frecuente por el uso de calzado más flexible.
Durante la exploración física del paciente el dolor más común es en la zona interna de talón por una continua posición del retropie en valgo, localizándose a la presión del talón con ambas manos, o al pasar el dedo por la fascia.
Tratar esta patología diariamente nos hace conocer cada vez mejor esta patología. La manipulación, plantillas con control de ASA y fortalecimiento según el dolor del paciente son nuestras terapias utilizadas.
Se denomina neuroma de Morton al engrosamiento que se produce en el tercer nervio interdigital entre las dos cabezas de los metatarsianos, en la zona donde se unen los dedos al resto del pie.
¿Por qué se produce?
Se produce por una compresión crónica del nervio, generalmente al caminar, por la presión que realizan las dos cabezas del metatarsiano sobre el nervio. Generalmente por una causa biomecánica.
¿Cuáles son los síntomas?
El principal síntoma es un dolor que aparece de repente al caminar. La mayoría de los pacientes refieren un dolor lacinante, como si les diera un latigazo o una corriente eléctrica, cerca de los dedos. Generalmente es de poca duración y se alivia al retirar al zapato y dar un masaje con las manos. El dolor aumenta al usar zapatos estrechos o de suela fina.
¿Cómo puedo tratarlo?
El primer paso es realizar un tratamiento conservador, es decir, sin cirugía. Debemos acudir a nuestro centro del pie de referencia. Se realizara un tratamiento mediante fisioterapia, manipulación muscular para crear espacio intermetatarsal, o realizar una estudio de la pisada para completar con unas plantillas y cambiar la zona de apoyo en el pie.
Si las molestias continúan es recomendable el estudio por parte de un traumatólogo ya que pueden estar indicado el tratamiento con infiltraciones o radiofrecuencia , aunque el tratamiento definitivo consiste en quitar el engrosamiento del nervio mediante cirugía.
¿Cuándo se debe operar?
Algunos pacientes no consiguen eliminar el dolor a pesar de realizar un tratamiento correcto, cuando el dolor incapacita para desarrollar las actividades cotidianas y deportivas, se puede valorar la cirugía.
¿Cómo se debe operar?
Existen diferentes opciones para el tratamiento quirúrgico. El tratamiento más adecuado para un paciente se debe plantear de manera individualizada en cada paciente en la consulta del traumatólogo, después de una entrevista, una exploración del pie y un estudio de las pruebas complementarias: radiografías y ecografía o resonancia magnética.
Entre las diversas opciones, las que ofrece mejores resultados son las técnicas que extirpan el neuroma (neurectomía) y otras que lo descomprimen seccionando el ligamento intermetatarsiano (descompresión).
¿Pero duele mucho la cirugía?
Actualmente existen técnicas quirúrgicas y anestésicas de alta especialización que permiten que el paciente salga caminando del quirófano, con poca necesidad de fármacos para el control del dolor y una tasa de recidiva (volver a aparecer) muy baja.
Por este motivo, recomendamos que el tratamiento lo realice un Cirujano Ortopédico especializado en patología del pie.
¿Cómo es el postoperatorio? ¿Tengo que estar en reposo?
Caminar es parte del tratamiento. Después de la intervención el paciente sale caminando del quirófano con un zapato especial (zapato postquirúrgico de suela completa) que tendrán que llevar durante un mes, y realizar un vendaje de los dedos después del aseo personal. Pasado el primer mes, podrá utilizar un calzado deportivo durante otro mes y posteriormente el calzado que prefiera.
¿Qué es un pie plano?
Un pie plano es una situación clínica caracterizada por la caída o ausencia del arco longitudinal medial. Frecuentemente se acompaña de una eversión a nivel de retropié y abducción del antepié.Se trata de una patología frecuente en consulta.
Se debe identificar la causa del pie plano, pudiendo ser:
- Congénita (la persona nace con un pie plano) se observa desde la infancia.
El pie plano congénito puede ser causado por:
- Astrágalo vertical
- Enfermedad ósea de Köhler
- Lesión neurológica
- Coalición tarsal
- Adquirida
El pie plano adquirido puede ser causado por:
- Disfunción del tendón del tibial posterior (principal causa)
- Muller Weiss
- Charcot Marie Tooth
- Artritis reumatoide
- Traumatismos
- Sobrepeso
¿Qué síntomas puede provocar?
El pie plano provoca variedad de síntomas musculoesqueléticas a nivel del miembro inferior, pudiendo afectar a rodilla y cadera.
El pie plano infantil suele ser asintomático. Puede provocar caídas frecuentes en el niño o disminuir su actividad física. Los pies planos sintomáticos pueden presentar dolor en distintos puntos. A nivel medial, en la inserción del tibial posterior, dolor a nivel lateral por un conflicto creado por el pinzamiento de estructuras a ese nivel o dolor en la musculatura posterior (gemelos y/o sóleo).
¿En los niños, el pie plano es fisiológico?
Los niños pueden presentar un pie plano fisiológico. Este debe ser evaluado mediante un estudio biomecánico para valorar el posible desarrollo del pie. Tras ser valorado, es posible que necesite tratamiento mediante un soporte plantar personalizado, para guiar el desarrollo del pie generando un arco longitudinal interno. Cuanto más desarrollado esté el pie, más difícil es corregir la deformidad.
¿Cuáles son los tipos de tratamiento?
Tras una valoración minuciosa de todo los componentes ligamentosos y musculo-esquelético del pie se valoran distintos tratamientos.
El tratamiento conservador, como hemos comentado anteriormente mediante una ortesis plantar a medida que evita el hundimiento del arco y por consiguiente los síntomas derivados de ello. El tratamiento con plantillas va asociado a un tratamiento fisioterapéutico de fortalecimiento y estiramiento de los músculos que generan el empeoramiento de la patología del pie plano.
Tras la valoración del traumatólogo y el fracaso del tratamiento conservador se opta por un tratamiento quirúrgico. El traumatólogo junto con el podólogo valorarán la causa del pie plano siendo a veces necesario intervenir en diferentes puntos del pie para conseguir el arco longitudinal interno. Se puede bloquear la articulación subastragalina colocando una prótesis en el seno del tarso. Es posible que sea necesario reforzar el tendón del tibial posterior o realizar un alargamiento de la musculatura posterior del miembro inferior.
Todo ello se realiza para intentar recuperar al máximo el aspecto original del pie y recuperar su funcionalidad y paliar dolores asociados.
¿Qué es un pie cavo?
Se debe considerar pie cavo al grupo de deformidades que conllevan una elevación anormal del arco longitudinal interno.
¿Qué causa un pie cavo?
La causa del pie cavo es multifactorial pero principalmente se produce por un desequilibrio de fuerzas musculares.
Un alto porcentaje de pies cavos se encuentran asociados a alteraciones neurológicas, se debe hacer un estudio minucioso para descartar este tipo de patologías. Las principales patologías que causan pie cavo son la enfermedad de Charcot-marie-tooth y la poliomielitis.
¿Qué síntomas puede provocar?
Un pie cavo puede presentar dolor en la zona de los metatarsianos (metatarsalgia) donde puede aparecer hiperqueratosis como respuesta al aumento de presión. Dolor asociado a dedos en martillo, sesamoiditis, inestabilidad de la articulación lateral del tobillo, osteoartritis a nivel del tobilo, subastragalina y mediopie.
Al presentar un pie cavo, se produce una disminución de la absorción de los impactos durante la marcha contribuyendo a los dolores de espalda, cadera y rodillas.
Es habitual las consultas de pacientes con tendencia a sufrir esguinces de tobillo, fascitis plantar, tendinitis de los músculos peroneos o dedos en garra asociados a pies cavos.
¿Cuáles son los tipos de tratamiento?
Tras la valoración mediante un estudio biomecánico de la marcha, según el tipo de pie cavo, se puede optar por un tratamiento conservador mediante ortesis plantares. El objetivo de este tratamiento es la distribución de presiones de manera homogénea para aliviar las zonas de máxima carga y por tanto de dolor. La fisioterapia es fundamental para el correcto funcionamiento de los músculos que generan la elevación anormal del arco, realizando estiramientos de la musculatura posterior y de la fascia plantar. Igualmente realizar entrenamientos propioceptivos es otro punto clave para evitar esguinces de tobillo.
El tratamiento quirúrgico es otra opción para la corrección del pie cavo. Se pueden realizar distintos tipos de intervenciones, dependerá del tipo de pie cavo y de dónde se encuentre la deformidad del pie. Se podría realizar una osteotomía si la deformidad se encuentra a nivel del retropié o se puede realizar un alargamiento del gemelo interno o la fasciotomía plantar que pueden resolver la sintomatología.
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